viernes, 30 de octubre de 2009

De un salto a la luna



La flor dijo "Yo quisiera ser un árbol"
El Arbol dijo, "Yo quisiera haber sido
Un tipo distinto de árbol”
El gato deseó haber sido una abeja
La tortuga quiería poder volar
Verdaderamente alto en el cielo
Sobre los tejados y luego sumergirse
Profundo en el mar.

Y en el mar hay un pez
Un pez que tiene un deseo secreto
Un deseo de ser un gran cactus
Con una flor rosada en él.

Y la flor
sería su entrega
De amor al desierto
Y el desierto
Tan seco y solo
Que todas las criaturas
Aprecien el esfuerzo


Y el cachalote dijo:
"Yo quisiera haber sido un yeti
Para volar en la noche
E irme lejos de aquí"
Pero el yeti dijo:
"Yo quisiera ser un monstruo marino
Para poder saltar en la mar
lejos de todos los tiburones"

Y la serpiente cascabel dijo,
"Yo quisiera tener manos y así
y podría abrazarte como un hombre."
Y el cactus dijo:
"No lo entiendes
Mi piel está cubierta con afiladas espinas
Que te clavarán como cientos de cuchillos.
Un abrazo podría ser agradable
Pero abraza mi flor con tus ojos."



Una luna plateada en el cielo brilló
sobre el monte de una cabra
la cabrita de un salto a la luna Trepó
antes que el sol se asomara.
’’Qué es lo que pasa con tu soledad?’’
dijo la cabra al instante
’’siempre cambiante pero siempre igual
solita, hermosa y distante.’’
Coro:
Uh uh uh uh.
Una luna plateada en el cielo brilló
sobre el monte de una cabra
la cabrita de un salto a la luna Trepó
antes que el sol se asomara.
’’!Dejame ver porque Tú eres mujer!’’
pidió a la luna la cabra
’’pronto que si sale el sol y nos ve
los cuernos él me quemará.’’
Y salió el sol !ay! sin querer
que descansado ya estaba
y allí la cabra se hizo miel
para tu luna plateada.
Coro:
Uh uh uh uh.
salió el sol !ay! sin querer
que descansado ya estaba.
Coro:
Ah ah ah ah
solita en el cielo no vas a estar.
’’!Dejame ver porque Tú eres mujer!’’
pidió a la luna la cabra
Coro:
Ah ah ah ah
solita en el cielo no vas a estar.
’’Si parto vivo y si me quedo muero’’,
dijo a Julieta Romeo.
Coro:
Ah ah ah ah
solita en el cielo no vas a estar.
Y allí la cabra se hizo miel
para tu luna plateada...


martes, 27 de octubre de 2009

No permita la virgen



No permita la virgen que tengas poder
sobre lágrimas, egos, haciendas,
cuando labios sin ánima quieran quererte al contado
liquida la tienda.

No te pases un pelo de listo, no inviertas en cristo,
no te hagas el tonto,
las hogueras a primera vista cuché
de revista, se apagan bien pronto.

El caballo de Atila no sabe trotar
sin hollar azuelos silvestres,
dos vencejos con ánimo de molestar
coleccionan estatuas ecuestres.

Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
carnavales en los arrabales
de mi corazón.

La belleza es un rabo de nube
que sube de dos en dos las escaleras,
un carné exclusivo de socio
del pingüe negocio de la primavera,

un barril de cerveza que mata de sed,
un melón con pezón de sandía,
un espía enemigo, un contigo al revés,
un ombligo de bisutería.

Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
no me quieras queres,
no me quieras matar, corazón.

Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
cardenales en los funerales
de mi corazón.

No permita la virgen que tengas poder


Descargar Dimelo en la calle de Joaquín Sabina

Pass: alsaya

sábado, 24 de octubre de 2009

Reloj de plastilina


“Fui lo que creí soy lo que está pasando"
Reloj de plastilina, Filosofía barata y zapatos de goma.


Podría empezar hablando de cualquier cosa, pues se trata de querer decir algo a alguien sobre algo, de arrojar al aire, con los signos inestables, comunes y a la vez siempre lejanos para cada uno, de los lenguajes y sentidos. Por decir entonces hablar de la segmentación estructural del espacio a partir de criterios puramente económicos. En la noche de Liniers, se presentaron dos modalidades de la aparición del artista. Una, en un escenario de frente al público, tal como suponen los cánones establecidos y aún incólumes de la denominada práctica y experiencia artística masiva. La otra variante fue protagonizada por una pantalla posicionada a la altura de un escenario, montada en la parte inferior de la torre de sonido, que es en realidad el alambre que separa y divide el espacio en dos mitades, en dos rangos. Se emite en una pantalla rectangular la imagen digital en simultáneo que paradójicamente quiere proteger a esa otra imagen, real o viva en su categoría espacial más lata. Dos condiciones desiguales del ver y el experimentar, situadas en lo que tradicionalmente se llama un mismo espacio tiempo. Al que osaba intentar pasar de una dimensión a otra, recibí los golpes de una nutrida fila de empleados de “seguridad”, la seguridad claro, que garantiza la división. El problema es la “inseguridad”, qué torpe soy, cómo pude olvidarlo.

Podría hablar también del buen sonido, de la lluvia épica que sirvió de atmósfera palpable para una bella ceremonia. Pero debería hablar de una cierta forma de recepción del sonido, desde la región sensorial que asigna el campo “Say no more”, desigual a la que permite el VIP Piano Bar, o las tribunas laterales y traseras del estadio con nombres igualmente originales. No puedo entender ni decir nada acerca de los juicios comparativos que puedan esbozarse, o sobre la supuesta importancia de pensar en torno a la figura disciplinaria del “rehab music”. No siendo esto más que una temática modélica de mercantilización e invisibilización de la actividad llama estética (ahestesis: sentir, experimentar). Esperando, por supuesto, que no sea la protagonista principal de la pantomima que el Grupo Fénix montó para promover el evento. Estas preocupaciones no impiden la experiencia, ni sobredeterminan el encuentro bajo la fuerza de un absoluto inconmovible.

Charly, en estas condiciones, abrió la posibilidad de un nuevo encuentro, las implicancias políticas y sociales existen y no pueden ser evadidas, pero a la vez no pueden definir de antemano el sentido y la profundidad de la actividad musical. Charly cantó y tocó el piano, del cual se movió algunas veces para cantar de pié, desde su silla hizo sin acompañamiento buena parte de Llorando en el espejo, Influencia y Deberías saber por qué. Spinetta cantó en Rezo por vos. La “princesa” Hilda Lizarazu hizo los coros y lleno el aire con la figura de su voz. Chipi Chipi, No soy un extraño, Adela en el carrousel, Promesas sobre el bidet o Canción de dos por tres no se podían creer (te descreían), se hacían escuchar y encontrar como por primera vez, como en un eterno retorno nietzcheano. Y escuchar, desnudo, muerto de frío y expuesto una de esas canciones te puede cambiar la vida. En fin, con el tiempo puede hacerse cualquier cosa menos detenerlo. El final llegó, fue con Rock and roll yo y No me dejan salir, entre alguna canción más que ahora se me escapa.

El recital fue poderoso pero variable en su intensidad. En No voy en tren una multitud cantó “no necesito a nadie, a nadie alrededor”. Este deseo solo se cumplió para cierta parte de la asistencia. La salida general (no VIP) fue innecesariamente incómoda y apurada, los cuerpos unidos por el malestar, su propia imprudencia y las características inadecuadas (me preguntó desde el punto de vista de quién) del espacio. Y no es esto, en principio, un juicio valorativo, se trata de pensar simplemente la forma de gestión del contacto entre los hombres.

El recital tuvo grandes momentos y otros en los cuales la prolijidad musical demasiado ajustada a las versiones originales de los temas, sumada a cierta economía de gestos de charly, daban como resultado cierto aire de tibia indeferencia, masivamente registrado por cámaras personales. Los paraguas y las cámaras (cuando el agua lo permitía) destacaban por encima de las cabezas y por debajo del cielo encapotado. Una cámara que registra a otra cámara… qué registra.

Charly está (demoliendo los hoteles de algún lugar), haciendo música, conmovible y conmovedor, agradecido, las banderas y las alusiones a Say No More poblaron el escenario y sus salutaciones; las invocaciones a la lluvia (y la lluvia en las canciones) forjaron el saludo final: “Nos vemos en la próxima tormenta”. Los relámpagos que congelaban el segundo hicieron querer otra vuelta, en otro lado, con otro clima, con menos compromisos comerciales y nuevos riesgos, que la entrada sea libre (igualitaria y gratis), la salida vemos.

jueves, 22 de octubre de 2009

Wonder! (mañana mismo, a estas horas)




Buen día brillo del sol
Te ofrezco mi sonrisa
Ya ves, no tengo prisa
De estar en otro lado.
Pero ¿ qué voy a hacer?
El mundo es un desastre,
Seguro que lo amaste
Y ahora está traicionado
Porque el amor te necesita amor
No esperés que alguien te lo dé a vos.
Hey pará, cuidá ese corazón
Tonto fui
Y me creía el mejor.

Las cosas del querer
Que vimos en el cine
Tal vez no tenga fines
Ni principios ni nada
A riesgo de perder
Algunas ilusiones
Enciende las pasiones
Desde que está
a tu lado
Porque el amor te necesita
No esperés a que alguien te lo dé a vos
Hey pará, cuidá ese corazón
Tonto fui
Y me creía el mejor

lunes, 19 de octubre de 2009

Allá en el fondo



Instrucciones para dar cuerda un reloj

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.

¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.

Descargar Twelve de Patti Smith

Descargar Historia de Cronopios y de Famas de Julio Cortázar



jueves, 15 de octubre de 2009

El escéptico (y sus tentaciones)

“El escéptico intratable, atrincherado en su sistema, nos parece un desequilibrado por exceso de rigor, un lunático por incapacidad de divagar. En el plano filosófico no hay nadie más honesto que él: pero su misma honestidad tiene algo de monstruoso”. Percibe el engaño y la imbecilidad que supone la acción febril de los otros, pero no puede desentenderse de la misión que lleva como un estigma.
“El pesimista debe inventarse cada día nuevas razones de existir: es una victima del sentido de la vida”. De manera semejante, el escéptico es una victima de la búsqueda de certezas, de la voluntad de verdad; el eclecticismo, la ironía o la simple pereza intelectual son imposibles para él. Abandonado a sí mismo, una vez extinguida la eventual pasión por la destrucción de las ficciones e imposturas: “...el escéptico obsecuente, obstinado, ese muerto-vivo, termina su carrera en una derrota sin analogía con ninguna otra aventura intelectual”. Frente a la exasperación de su vacuidad, su distancia del resto de los hombre, él, que no puede creer en nada, ve reducida su existencia a la esterilidad del vacío: (el escéptico alcanza)”...una liberación sin salvación, preludio a la experiencia integral del vacío a la que se acerca por completo cuando, después de haber dudado de sus dudas, acaba por dudar de sí mismo, por menospreciarse y detestarse, por no creer ya en su misión de destructor”. Cioran señala que al lado del escéptico “ortodoxo” existe otro “herético”. Éste, que también ha experimentado la suspensión del juicio y de las sensaciones, trasmuta el entumecimiento aniquilado en una sensación de vacío triunfal. Si el escéptico ortodoxo, clavado en la duda para siempre, sólo podía aspirar a la disolución y el anonimato, el herético hará de la indeterminación alcanzada ocasión de singularizarse. Este nuevo modelo salta sobre el escepticismo y cristaliza su búsqueda febril de certezas, su deriva implacable, en misticismo, pues ahora puede: “...abrirse a experiencias de un orden diferente, sobre todo a las que los espíritus religiosos que utilizan y explotan la duda, la convierten en etapa, en un infierno provisional pero indispensable, para desembocar en el absoluto y anclarse en él”. Esto sucede en la medida que la experiencia del vacío abre paso a la conciliación con un ser primordial; un acontecimiento místico, dado que son sólo evidencias extra racionales, surgidas del apetito desorbitado por lo real.

Pero existe aún otra derivación posible para la figura del escéptico. Luego de transitar por cierto tiempo el dudar, el escéptico suele creerse menos ingenuo. Ve a los otros como torpes mortales engañados, poseedores de una intensidad vital limitada, pues no han tenido la “experiencia capital acerca de los hombres y las cosas”. El escéptico conserva la ilusión de pensar que no tiene ninguna ilusión, se siente de vuelta de todo, alejado de los hombres a quienes desprecia. Así, se muestra en una actitud patética, pues la soberbia supone asumir una última pero definitiva certeza en la que descansará su yo más íntimo. Esta actitud representa lo que el escéptico implacablemente se impidió de realizar, una toma de posición respecto de las cosas, una última tentación, que ahora es un decir no al mundo, un decir sí a su vanidad: “ La clarividencia de la que presume es su propio enemigo (...) será su esclavo, prisionero en el umbral de su liberación, amarrado para siempre a su irrealidad”.


Citas extraídas de La caída en el tiempo y Silogismos de la amargura.

sábado, 10 de octubre de 2009

Backspacer



Dos temas del nuevo disco de Pearl Jam, "Backspacer". Lamentablemente no puedo ofrecer un link de descarga, pues son sistemáticamente eliminados, y esto no es una situación aislada; Mr. Copyright está enojado. No basta más que ver algunos casos ejemplificadores A, B o C . Así que si algunx consigue el link...

miércoles, 7 de octubre de 2009

Quién pudiera vivir como canta Bob Dylan




“La prueba de una inteligencia de primera clase es la capacidad para retener dos ideas opuestas en la mente al mismo tiempo y seguir conservando la capacidad de funcionar. Uno debería, por ejemplo, ser capaz de ver que las cosas son irremediables y, sin embargo estar decidido a hacer que sean de otro modo”


Scott Fitzgerald, Crack-Up.



martes, 6 de octubre de 2009

1 de octubre


Somos nuestros reproches

Somos carne

Masticamos carne

Deseamos en boca y hormonas

Lloramos chatarra futura

Como si el amor no fuera nada.

Zoe Poulin.


Al fuego con las manos


Tal como se siente apagar el fuego con las manos, una brasa engañosa que resiste una vez más por debajo del polvo de ceniza.

Allí estoy, mirando cosas nuevas y viejas que nunca serán cuando desaparezca este presente (como si el amor no fuera nada).

Afuera está el sol y ya pronto saldré a que el mundo comience nuevamente (otra vez).

Apagar el fuego con las manos,

crear incendios que iluminen,

como los reversos de una carta que nunca se escribió.

Océano de ansiedad, los despojos por el suelo, con la nada que quedó me hice un abrigo

(este invierno se murió).

Apagar el fuego que se apaga;

en los ojos de mis manos cicatrices que te enfrían,

una sonrisa que te toca el pelo y no te besa.

¿Realmente pretendías un refugio para la tormenta sin soplar (al fuego con las manos)?

Una luz que ya no importa, si todo nos da igual,

el solitario ajedrez del deseo,

la indescifrable poesía del placer,

irse, partir, la nada, el ser

¿Quién puede acaso estar del todo?

domingo, 4 de octubre de 2009

When the fat old sun in the sky is falling



"Se puede proclamar la buena salud mental de Van Gogh que durante toda su vida se hizo asar una de las manos y, fuera de esto, no pasó de cortarse la oreja izquierda."
Antonin Artaud, Van Gogh, el suicidado por la sociedad

Fat old Sun

Cuando el gordo viejo sol en el cielo está cayendo
Los pájaros vespertinos están llamando
Trueno del verano tiempo del año
El sonido de la música en mis oídos
Campanas distantes, césped recíen cortado
Aromas tan dulces,
Por el río manos que se toman
Me elevan y me acuestan
Y si te sientas no hagas ruido
Saca tus piés de la tierra,
Y si escuchas como cae la cálida noche
El sonido plateado desde un tiempo tan extraño
Canta para mí, canta para mí

Cuando ese viejo sol en el cielo está cayendo
Los pájaros vespertinos están llamando
Carcajadas de niños en mis oídos
El último rayo de sol desaparece
Y si escuchas como cae la cálida noche
El sonido plateado de un tiempo tan extraño
Canta para mí, canta para mí
Cuando ese gordo viejo sol está cayendo

David Gilmour

viernes, 2 de octubre de 2009

Una vez más (yo no quiero volverme tan loco)



Cascando (Samuel Beckett)

1

por qué no meramente perder toda esperanza en
la ocasión de hacer
derramamiento de palabras

acaso no es mejor abortar que ser estéril

después de que te vas las horas pesan como el plomo
comienzan siempre a rastras demasiado pronto
los garfios desgarrando ciegamente el lecho del deseo
exhumando los huesos los antiguos amores
cuencas alguna vez llenas con ojos iguales a los tuyos
siempre es mejor acaso demasiado pronto que jamás
el oscuro deseo salpicando sus rostros
diciendo una vez más nunca flotó lo amado nueve días
ni nueve meses
ni nueve vidas

2

diciendo una vez más
si vos no me enseñás no aprenderé
diciendo una vez más hay una última
incluso de las últimas veces
últimas veces de rogar
últimas veces de amar
de saber no saber aparentar
una última incluso de las últimas veces de decir
si no me amás a mí yo ya no seré amado
si no te amo a vos ya no amaré

el batir de palabras rancias una vez más dentro del corazón
amor amor amor el golpeteo de ese antiguo émbolo
prensando el inmutable
suero de las palabras

una vez más muerto de miedo
de no amar
de amar pero no a vos
de ser amado pero no por vos
de saber no saber aparentar
aparentar

yo y todos los otrxs que te amen
si te aman

3

a menos que te amen


Traducción: Ezequiel Zaidenwerg

jueves, 1 de octubre de 2009

All allong the watchtower




«Debe haber alguna forma de salir de aquí»,
Dijo el bufón al ladrón,
«Hay demasiada confusión»
No encuentro consuelo.

Hombres de negocios se beben mi vino,
labradores cavan mi tierra,
ni uno sólo de ellos en su especialidad,
Se da cuenta de lo que eso vale.

«No hay razón para ponerse nervioso»
Dijo amablemente el ladrón,
«Hay mucha gente entre nosotros
Que piensa que la vida no es más que una broma.
Pero tú y yo, ya hemos pasado por eso,
y ése no es nuestro destino,
así que no hablemos ahora falsamente,
se está haciendo tarde».

A lo largo de la torre del vigía,
los príncipes vigilaban el panorama,
mientras todas las mujeres trajinaban,
y los sirvientes descalzos también lo hacían,
afuera a lo lejos,
un gato montés gruñía,
dos jinetes se aproximaban.

Descargar John Wesley Harding Bob Dylan

pass: http://tangled--heart.blogspot.com